LA INTOLERANCIA
PROVOCA VIOLENCIA DE TODO TIPO
Por:
Elmer Saldaña Cárdenas - Conferencista
En la
actualidad se ha hecho habitual en todo
ámbito de vida, ver a la gente con
actitudes propias de animales violentos y agresivos, (con el perdón de
los animalitos porque ellos son irracionales). Especialmente en los medios de
comunicación como vemos que los mismos comunicadores sociales en plena
televisión, radio y hasta en el medio impreso, expresan sin ningún tipo de miramientos ni
escrúpulos insultos de todo calibre, y
no es por falta de educación o cultura,
o porque nos falta capacidad de entendimiento o raciocinio, sino se debe a que
hay una limitación en ser
empáticos con nuestros semejantes, esto quiere decir que nos falta capacidad de
Tolerancia. Somos Intolerantes por elección y formación. Hemos llegado incluso a ver como muchas
personas, organizaciones y hasta naciones entran en guerras y se matan por falta de tolerancia. Tolerancia e Intolerancias son palabras opuestas y vamos
a ver su exégesis desde su marco conceptual para entenderlo mejor.
¿Qué es la tolerancia?
La tolerancia
consiste en reconocer a los demás el derecho a que se respete su persona e
identidad, en otras palabras consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio
de la diversidad de culturas de nuestras formas de expresión y de ser humanos. Tolerancia
no es lo mismo que indiferencia, es una actitud activa de reconocimiento de los
derechos humanos y las libertades de los demás.
Y
la Intolerancia tiene su
origen en la creencia de que el grupo, sistema de creencias o modo de vida propio es superior al de los
demás, esto provoca violencia conflictos y hasta guerras; y estos son algunos
síntomas de intolerancia:
Usar un
lenguaje despectivo - burlarse de
otros
Crearnos prejuicios - usar estereotipos.
Culpar a otros - discriminar a
personas diferentes
Ignorar a alguien
- Intimidar, hostigar, reprimir
No respetar símbolos y cultos
Negar
el acceso a la participación a la persona o grupos
Segregar a personas de diferente raza,
sexo, o religión
Por un lado vemos respeto aceptación y por el
otro, intolerancia que lleva a la violencia, conflictos y guerras. Si nos
ponemos a pensar un poco y siendo
honestos con nosotros mismos, tenemos algo o mucho de tolerantes e
intolerantes, pero lo más importante y a lo que quiero llegar con este mensaje
es que debemos de tomar conciencia y
reconocer que actitudes intolerantes no nos lleva a ningún lugar que no sea,
dolor, fracaso, pobreza. ¡Entonces! No nos queda otra cosa que aprender y adoptar
actitudes propias del valor de la Tolerancia. Si queremos forjar una
ciudadanía de paz social, bienestar, productividad y riqueza. El camino que tenemos que elegir está en
nuestras manos y se llama Tolerancia; y todo esto se logrará obviamente cuando tengamos buenos padres, maestros y lideres que nos conduzcan y nos guíen con estos valores de tolerancia,
aceptación y aprecio a los demás.
Es recomendable hacernos siempre
cuestionamientos y autocriticas, porque así nos daremos cuenta que al fin al
cabo no somos dueños de la verdad o que
tenemos razón siempre, muchas veces
porque los demás no comparten nuestras ideas o nuestra forma ver el mundo
solemos a tener este tipo de comportamientos
despóticos e intolerantes, veo
con mucha pena en la televisión y otros medios insultos y agresiones por doquier cada día, especialmente dentro
del ámbito político. El otro día en un canal local un comunicador le decía al otro chupamedias, vendido, sobón etc.,
y el otro le respondía a su colega
con los adjetivos de parasito,
traidor, fracasado. Imagínense amigos
lectores esto vemos a diario en casi todos los medios de comunicación y debo decir
algo mas los periodistas son expertos
creando este tipo de conflictos
sociales. (Psicosis colectivas) Los más
paradójico es ver cómo estos
mismos periodistas después de despotricar su descontrol emocional
llaman a la concordia, a la
reflexión a los jóvenes y la sociedad a que nos unamos, que cultivemos la armonía, que nos integremos y vivamos en paz. Aquí cae ese
refrán que dice “A Dios rogando y con el mazo dando” ¡Cómo queremos predicar ejemplos si nuestros
actos dicen lo contrario!, como vamos a crear paz social si no somos capaces de ser Tolerantes. Y por supuesto esto se da incluso con mayor intensidad en los políticos
y las autoridades de turno. Y lo digo con mucha pena saber que a estas alturas
de la evolución y del desarrollo social de nuestro País y nuestra Región nos estemos matándonos como animales cada día,
¡no, no, no! señores basta de tanta falta de intolerancia, tenemos que aprender
a ser capaces de resistir y respetar la opinión ajena, siempre he dicho que los líderes
sociales tienen que saber que ellos
pagan un precio muy alto por su
reto que enfrentan como líderes, de lo contrario den un paso al costado y vivan
como el común de los mortales.
Aplicando
aquí un poco de psicología de las emociones o de metafísica a modo de reflexión como decía líneas arriba es muy
importante hacernos autocriticas porque
la autocritica sirve para crecer. Cuando
estamos mal por algo o algo nos molesta hay dos caminos posibles: buscar en los
demás la causa de nuestro malestar, o indagar en nuestro interior por qué eso
nos afecta tanto. Hace un tiempo atrás hubiera dicho que los demás tienen
responsabilidad de hacernos sentir mal, pero hoy digo todo lo contrario: si
algo me enoja o me angustia es porque ha tocado una fibra honda de mí ser, o
que tiene relación con alguna experiencia pasada que tuve y no he podido sanar.
Según la sabiduría antigua Tolteca, la manera de protegernos de las agresiones
ajenas es no dejar entrar los comentarios maliciosos de los demás a nuestro
corazón. Lo que el otro me dice desde su dolor o bronca tiene que ver con su
universo, con su manera de ver el mundo. No es contra mí, sino contra él mismo.
Ser autocríticos nos permite observar en nosotros mismos qué aspectos podemos
mejorar para sentirnos en paz y más a gusto con nuestra persona. Cuando uno es
capaz de reconocer aquellos rasgos de nuestra personalidad que no nos gustan
tanto, está entrando en el sabio terreno de la verdad universal ser sinceros con nosotros mismos. Pero
esta capacidad de la autocrítica no es sostenible sino está acompañada del
perdón. Autocrítica y Perdón van de la mano porque generalmente solemos
enfadarnos con lo que no es de nuestro agrado. Aquí encaja a perfección estas
frases.
“El insulto
es el recurso al que apela nuestro pedazo más idiota cuando la carga de odio es
demasiado pesada”.
Cuando tu energía es baja por falta de afecto, odias a los
demás por odiarte, juzgas a los demás
por juzgarte a ti, te enfadas con la gente, por enfadarte contigo.
¡SIN
TOLERANCIA LA PAZ NO ES POSIBLE..!!
Ya en otro
momento hablaremos más en detalle sobre este tema y cuanto afecta no solo a
nuestra salud sino a la salud mental de la población. Para terminar les dejo
esta expresión espiritual
"Señor, dame el coraje para cambiar las cosas que
debo, serenidad para aceptar las que no puedo cambiar y sabiduría para reconocer
la diferencia"
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