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miércoles, 7 de febrero de 2018

LAS PALABRAS QUE CAMBIAN VIDAS.

LAS PALABRAS QUE CAMBIAN VIDAS.
Por: Elmer Saldaña Cárdenas.
Esta historia es Real  y Profunda. 
HOLA AMOR….!!   Esta fue la expresión de un esposo a su esposa al momento de llegar a casa después de un agitado día de trabajo, ante tal actitud, la esposa  se quedo perpleja  mientras hacia la limpieza en casa  escoba en mano, ¡Hola mi amor! Fue la expresión que vertió en su pensamiento, y de cuando acá  me dice hola amor, si nunca me lo ha dicho, estamos casados más de veinte años y en todo ese tiempo nunca me lo dijo,  ¿que se trae entre manos? ¿Qué le pasa a este hombre? fue las  preguntas que se formulo mentalmente. Dejo la escoba a un costado  y se fue a su habitación corriendo  a pensar  porque ese cambio de actitud de su esposo, sentada en su cama pensando  alguien toca la puerta de su cuarto, era su hija, asustada, mamá, mamá,  mi papá me acaba de decir que estoy  muy bonita y que el color de mi cabello me cae muy bien. Hay hija  preparémonos para lo peor, algo se trae tu padre entre manos, el nunca actúa así, a mi también hija me acaba de decir mi amor y me ha dado un beso, el  siempre es frio y……  hay mamá me asustas, y ahora que hacemos, bueno hija tenemos que ser realistas fuertes  la vida es así,  y ahora mismo tu y yo vamos  a enfrentar la realidad, de seguro que tu Papá se trae algo  terrible.
Bueno  las dos tomadas de la mano se fueron a donde estaba el hombre de la casa.  Se pusieron frente a él  y empezaron a reclamarle.  Oye le dice la mujer que  es eso de  hola mi amor, y un beso  y a tu hija que estas bonita etc……, el hombre leyendo su periódico le dice sin mirarlos a los ojos,  pausadamente, ¡que no puedo!  Claro que sí pero tú nunca has sido así,  nunca nos has dicho, al contrario has estado todo este tiempo criticándonos……  bueno dinos la verdad papá fue la expresión de la hija, habla  hombre, haber dinos que te vamos a comprender, te despidieron de trabajo acaso , no mujer como crees si recién me aumentaron el sueldo no te dije.  Entonces, estás enfermo que te dijo el médico, nada estoy bien mis análisis dice que estoy súper bien, hay hombre habla de una vez  O ES QUE TIENES OTRA MUJER, si es así también estoy preparada.  El hombre al ver tanta interrogación deja el periódico a un costado y les dice un poco molesto, BUENO QUE NO PUEDE DECIRLES LO  QUE ESCUCHARON,  QUE NO PUEDO SER OTRO,  NO PUEDO CAMBIAR!!!!, CARAY…… Bueno no me pasa nada  nada, y se retiro de la sala dejándoles  intrigadas con sus pensamientos.
La historia real termina con las expresiones de la esposa. No sé donde  aprendió a decir esas  BELLAS PALABRAS mi esposo  lo que estoy  segura, que a partir de esa fecha mi hogar cambio, y la vida de mi familia fue otra, ahora somos la familia más feliz d este mundo.
REFLEXION.
Nunca dejes de  decir una palabra dulce a tus seres queridos, o las personas de tu entorno,   no cuesta nada decir, HOLA AMOR, UN TE AMO, UN TE QUIERO, ERES VALIOSO O VALIOSA, ERES IMPORTANTE, ME GUSTAS,  ESTAS BONITA y muchas otras expresiones, quizá eso te falta para darle vuelta a tu vida de problemas que tienes, el cambio está en ti,  si nadie te enseño aquí tienes una oportunidad, es ahora o nunca.  Aunque sea empieza fingiendo y  si lo repites por muchas veces terminaras queriendo.
Las palabras son el vehículo de contacto de nuestra vida con la realidad. Gracias a ellas tomamos conciencia y simbolizamos lo vivido. Las palabras nos brindan además la posibilidad de significar toda experiencia, desde lo aparentemente banal hasta lo trascendente: las palabras nos ayudan a dar un sentido a la vida.
Gracias a las palabras percibimos las diferencias, los contrastes y nos acercamos al mundo. Con ellas creamos y exploramos universos reales e imaginarios.
Son puente y camino para conocer y reconocer al ser próximo, descubrir sus matices, su humanidad y, cómo no, son también el vehículo para llegar hasta nosotros mismos. Paradójicamente también las palabras nos ayudan a tomar distancia, a ganar perspectiva, a desahogarnos. Nos permiten  alejarnos, gestionar distancias, entregarnos o partir.
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha, dejó escrito Michel de Montaigne.                                                                                                            
 Las palabras nos pertenecen a ambas partes en dialogo cuando este es sincero, cuando la escucha es atenta, cuando hay voluntad de encuentro. En ellas nos encontramos y por eso nos unen, nos llevan al intercambio, a la relación, al encuentro y así es como nos hacen ver, sentir y crecer. Existen palabras que condensan experiencias, sentimientos, anhelos, incluso una vida: el nombre de la persona amada, el de los lugares de nuestra infancia, la canción que evoca el recuerdo, la poesía que siempre nos acompaña, la voz de nuestros afectos. En ocasiones, al escuchar palabras como hijo, amigo, padre, madre o especialmente el nombre propio del ser amado, se evoca y recrea un universo de recuerdos y emociones a veces más rico e intenso que la propia realidad cotidiana.
Hay palabras sencillas, inmediatas, adecuadas, amables, que son un regalo. Expresadas desde la espontaneidad, un adiós, un gracias, un por
Favor, un te quiero pueden iluminar un momento.
Una Palabra Puede Cambiar Tu Vida, Y Puede Cambiar El Rumbo De La Humanidad. Tan Solo Una Palabra Dulce Que Salga De Tu Corazón.  Y recuerda que:
Una palabra cualquiera puede ocasionar una discordia.
Una palabra cruel puede destruir una vida.
Una palabra amarga puede provocar odio.
Una palabra brutal puede romper un afecto.
Una palabra agradable puede suavizar el camino.
Una palabra a tiempo puede ahorrar un esfuerzo.
Una palabra alegre puede iluminar el día.
Una palabra con amor y cariño puede cambiar una actitud.
 ¡ELIJAMOS BIEN UNA PALABRA, HOY!



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